Los contrastes actuales son el resultado de un proceso acumulativo desarrollado en el tiempo, y que ha afectado de distinta manera a cada territorio y no pueden justificarse sólo por el desigual reparto de recursos naturales, capital real, etc.
Lo que produce una acumulación favorable es la existencia de un proceso de crecimiento acumulativo.
La localización de industrias en un territorio determina una expansión del empleo y población; se atraen capitales e iniciativas, con lo que se produce una expansión de las actividades de servicios porque se produce un desarrollo de economías externas; y la riqueza general de la comunidad por la expansión de la riqueza, las haciendas públicas y la mejora de las infraestructuras.
En las zonas industriales aparece un trabajo especializado y desarrollo de industrial textiles. Es lo que determinó el proceso se produce en la Inglaterra del XIX con la Revolución Industrial, que había sido precedida por una revolución demográfica y agrícola.
De esta manera y frente a unas regiones en rápida expansión, en las que se concentra todo el poder, las restantes pasan a una situación de dependencia con respecto a la primera, especializándose en la exportación de recursos naturales sin elaborar, sumiéndose en el círculo vicioso de la pobreza.
Así, unas regiones o unos países tendrán como función el abastecimiento de factores productivos, estos países serán después subdesarrollados, frente a los países que concentran las actividades productivas y más fuertes en tecnologías y que se convertirán en los países desarrollados.
Palabras clave: Contrastes, Geografía, Países desarrollados, Países subdesarrollados, Crecimiento acumulativo, Desarrollo, Industria