Boletín Geobio
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Paleontólogos que trabajan en áreas de investigación contiguas a las zonas de excavación y ensanche del Canal de Panamá descubrieron fósiles de seis nuevas especies, con decenas de millones de años de antigüedad, confirmaron el viernes científicos vinculados al proyecto. Entre los más de 6 mil restos hallados figura la mandíbula del rinoceronte "Floridacera whitei", cuyo tamaño era similar a los rinocerontes actuales, los huesos de un oso-perro gigante, de un caballo pequeño, un camello en miniatura y dientes del megalodón, un tiburón gigante extinto que dominó los mares del mundo. Científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones tropicales (STRI, por sus siglas en inglés) estiman que el descubrimiento sirve para aclarar que el istmo de Panamá se cerró hace 10 millones de años, y no hace tres millones de años, como se había creído durante largo tiempo. Bruce MacFadden, profesor de Paleontología en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Florida, Estados Unidos, dijo que los fragmentos encontrados en Panamá son como rompecabezas de la fauna y la complejidad del medio natural del pasado. A su vez, Hortensia Broce, especialista ambiental y coordinadora del proyecto de estudio y rescate de restos paleontológicos, señaló que los hallazgos ayudan a comprender el movimiento migratorio de especies de norte a sur y de sur a norte del continente americano. Los trabajos paleontológicos incluyen, además, el análisis de restos sedimentarios, en los que fueron hallados troncos de grandes árboles, que registran aspectos del clima del pasado.
Fuente: La Página, El Reportero de la Historia
Restos de maderas petrificadas del Mesozoico fueron identificados a 150 kilómetros al oeste de Puerto San Julián, en Santa Cruz (Argentina). El hallazgo fue publicado en Anales de la Academia Brasileña de Ciencias.
Ezequiel Vera, investigador del CONICET y docente de Paleontología de la UBA, señaló que lograron identificar dos especies diferentes. Una de la familia de coníferas Cheirolepidiaceae, ya extinta, aunque los actuales cipreses de la Cordillera, especies autóctonas que se extienden en el sur de Argentina y Chile, guardan algunas semejanzas con sus miembros.
La otra especie pertenece a la familia Araucariaceae, "Este grupo de plantas fue muy abundante en la era Mesozoica", precisó Vera a la Agencia CyTA.
Las maderas halladas son del Cretásico Inferior, hace 118 millones de años, por lo que resultan ser más recientes que los ejemplares del cercano Monumento Natural Bosque Petrificado de Jaramillo, que tienen entre 157 y 162 millones de años.
Según los científicos, el estudio de la flora que existía en ese período ayuda a comprender las condiciones que permitieron el surgimiento y la rápida diversificación de las plantas con flores. Nuestro trabajo "es un grano de arena" para entender ese proceso evolutivo, dijo Vera.
En la investigación, financiada por el CONICET y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, también participaron los doctores Silvia Césari, Oscar Limarino, Magdalena Llorens, Mauro Passalia y Valeria Perez Loinaze.
Paleontólogos argentinos descubrieron en la Antártida restos fósiles de un pingüino de dos metros de altura, el más grande encontrado hasta el momento, con una antigüedad de 34 millones de años, informaron hoy a Efe fuentes de la investigación.
Hace 2,5 millones de años.
Un equipo liderado por Ascanio Rincón y conformado por expertos del Pdvsa, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas y del Instituto de Patrimonio Cultural se han dedicado a explorar el yacimiento paleontológico y han encontrado restos de 33 especies del período pleistoceno.
También encontraron muestras vegetales, en una zona que hoy es árida pero que hace 2.500 millones de años estaba plena de sabanas, bosques y ríos poblados con distintos animales.
El yacimiento de Orocual fue hallado por José Campos, un obrero de Pdvsa que excavaba en labores petroleras cuando percibió que los huesos que encontraban tenían un valor especial. Las labores se detuvieron y los científicos fueron convocados. Las excavaciones se desviaron para darle paso a las investigaciones paleontológicas en un área de 18.000 metros cuadrados y 37.000 pies cúbicos de asfalto, lleno de restos de tigres, dantas, báquiros, culebras, caballos, camellos, rabidepelados, cachicamos, osos hormigueros, monos, zamuros, patos, perezas, piercoespines y chigüires.
La pereza, Eremotherium sp, es sólo uno de los animales que se reconstruyeron tras recopilar, examinar e identificar los restos paleontológicos. Por ser el animal de mayor tamaño, es lo primero que se observa en la exposición de réplicas a escala real que sobre el Breal de Orocual se inauguró ayer en la sede de Pdvsa La Estancia, en Altamira.
Para Ascanio Rincón, tanto la riqueza del yacimiento como las excavaciones realizadas desde hace seis años ha colocado a Venezuela en la palestra paleontológica y ha logrado la reactivación de exploraciones en otros países del subcontinente donde se habían detenido en los años sesenta.
Quizás el más importante hallazgo del Breal de Orocual son los restos del tigre Dientes de Cimitarra porque es la primera vez que se halla en el continente americano. Por ello se le llamó científicamente -y así fue aprobado por la comunidad internacional- Homotherium venezuelensis. Su réplica a escala real también se encuentra en la exhibición de Pdvsa La Estancia, al igual que otro felino pleistocénico, el tigre Dientes de Sable.
Fuente: El Universal
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Arqueólogos trabajando en los restos del elefante prehistórico | Foto: pileta de prehistória
En las excavaciones de la Cueva del Rinoceronte de Castelldefels han sido descubiertos los restos de un elefante joven de más de 100.000 años de antigüedad.
Los arqueólogos que trabajan en las excavaciones de la Cueva del Rinoceronte de Castelldefels han descubierto los restos de un elefante joven de más de 100.000 años de antigüedad, según ha informado el consistorio mediante un comunicado.
Estas excavaciones están dirigidas por el Grupo de Investigación del Cuaternario-SERP (Seminario de Estudios e Investigaciones Prehistóricas) de la Universidad de Barcelona y financiadas por el Ayuntamiento de Castelldefels y el Servicio de Arqueología y Paleontología de la Generalitat. Es la primera vez que en el macizo del Garraf se descubre un esqueleto prácticamente completo de un proboscidio (elefante y mamut).
Según fuentes municipales, el descubrimiento es "excepcional", ya que los restos de elefantes completos en cuevas son escasas en Cataluña. Anteriormente, en la zona, en especial en las rieras y en el río Llobregat, se habían localizado partes aisladas del esqueleto, como las defensas de mamut lanudo, cronológicamente más moderno.
El hallazgo de este elefante, más antiguo que el mamut lanudo, pone en evidencia que en la costa central catalana con anterioridad a la llegada del mamut, propio de momentos fríos, vivían los elefantes. Este hallazgo, junto con otras especies como restos de tortuga mediterránea localizadas también en la cueva del Rinoceronte, evidencia que en la costa central catalana las condiciones climáticas de hace 100.000 años eran cálidas.
Fuente: EFE y Onda Cero