Sobre la Tierra

En una terraza, en una azotea, en el jardía, donde se quiera, se puede tener un huerto, tan grande como se desee cuidando de forma individualizada las matas que previamente se habrán sembrado en botellas grandes de agua o de aceite, que deben ser abiertas en un lateral. Conservando el tapón podemos actuar sobre la humadad del agua. Si parecen regadas en demasía, abriendo el tapón puede salir el agua; si se estima que la planta necesita más agua, el plástico siempre es una buen conservador de este elemento.

Un buenísimo sistema de reciclar y no tirar es poniendo la imaginación en marcha. Con una simple botellad e refresco podemos hacer nuestro propio sistema de riego y tener uno tan bueno como el más caro del mercado porque hace las mismas funciones.

Se trata de enchufar la goma o manguera a la boquilla de la botella y fijarla con cinta aislante. Previamente a la botella le habremos hecho unos agujeritos por los que va a salir el agua, como si fuese una fuente, regando el cesped, el huerto o el jardín de una forma en las que las plantas no sufrirán por la presión del agua y que nosotros podremos regular en presión regulando la velocidad con la que dejamos salir el agua del grifo a través de la manguera conectada a la botella.

Antes de dejar el coche viejo en la calle, ocupando aparcamiento innecesario y merced de los vándalos y alanos..., no estaría mal darle un nuevo uso.

El coche antiguo en el jardín o en el campo puede formar parte del ambiente y contribuir positivamente, lo mismo puede ser portador de plantas en el exterior, que servir de invernadero en los duros días de invierno para las plantas que más lo necesiten.

Voilá l´exemple.

También vulgarmente conocido como"Los Baños de Alange", ya desdelaAntigüedad seconocían y disfrutaban. Se conservan restos arqueológicos romanos aún hoy día, testimonio de la fama de las propiedades curativas de sus aguas.

Las aguas están clasificadas como hipotónicas, bicarbonatadas, sódicas, cálcicas, magnésicas y ligeramente radiactivas. Emergen a una temperatura de entre 26ºC y 28ºC, con un caudal de 316 litros por minuto a una altitud de 345 metros sobre el nivel del mar.

Las aguas están indicadas para el tratamiento de afecciones del sistema nervioso, ginecología, alergias, dolencias del aparato respiratorio, locomotor y circulatorio.




Su origen data de la fundación de la misma Emérita Augusta. En los patios del balneario hay un ara romano, un altar romano, dedicado a Juno por una familia patricia, los Serenianos, que le agradecía la curación de una hija, Varinia. La niña sanó y su padre Licinio mandó construir en el lugar unas termas dedicadas a la diosa Juno.El ara es el origen del balneario y también una muestra epigráfica y testimonio de que hacia el siglo II-IV el balneario tenía gran fama dentro de la Lusitania Romana.

Tanto su trazado como sus construcciones hablan de el uso romano del lugar como baños públicos y quizás también como zona de recreo de la Emérita Augusta, que solamente distaba 18 km por una ría entre los ríos Matachel y Guadiana, que actualmente une las dos poblaciones.

 

La desaparición como capital de la Lusitania de Emérita y la llegada del pueblo visigodo a Hispania suponen una decadencia del lugar, lo mismo que sucedió con otras termas de la época.

Los tratamientos hidrotermales sonen piscin de agua natural a 27´5º, pilas de agua caliente entre 34-36º, duchas escocesas y masivas frías y calientes; chorros calientes e irrigaciones perineales; aerosoles, agua termal y oxígeno medicinal; baños de burbujas y duchas subacuáticas, cura natural del Abate Kneipp, aplicaciones de parafangos y masajes.

En edificios independientes a los baños existen dos hoteles destinados al hospedaje de los agüistas.



El Hotel Varinia Serena*** tiene 35 habitaciones equipadas con teléfono, TV, frigorífico, baño y aire acondicionado. Además de restaurante, cafetería, salones, salón de actos, biblioteca, piscina exterior, instalaciones deportivas de tenis y pádel.

El Gran Hotel Aqualange**** que dispone de 86 habitaciones totalmente equipadas, las habitaciones del hotel rodean un gran patio central cubierto con una claraboya de cristal.



Parece que la invasión musulmana se decantó de nuevo por el gusto de los baños, acostumbrados al desierto, todo lo que fuese refrescarse les parecería la Gloria. En esta época Alange y su castillo ganan importancia. Pero más tarde los baños son de nuevo abandonados



A fines del siglo XVIII el sitio se vuelve a recuperar de la mano de D. Mateo Antonio Vaca de Vargas y D.Cristóbal del Solar, vecinos de Villafranca de los Barros. En 1784 fue cuando se reconstruyó este espacio.