Un buenísimo sistema de reciclar y no tirar es poniendo la imaginación en marcha. Con una simple botellad e refresco podemos hacer nuestro propio sistema de riego y tener uno tan bueno como el más caro del mercado porque hace las mismas funciones.
Se trata de enchufar la goma o manguera a la boquilla de la botella y fijarla con cinta aislante. Previamente a la botella le habremos hecho unos agujeritos por los que va a salir el agua, como si fuese una fuente, regando el cesped, el huerto o el jardín de una forma en las que las plantas no sufrirán por la presión del agua y que nosotros podremos regular en presión regulando la velocidad con la que dejamos salir el agua del grifo a través de la manguera conectada a la botella.